
Es tiempo de contemplación, desde la meseta de mis años observo la llanura de mi pasado y el pasto es verde, frondoso. Entonces abro las alas de mi espíritu y planeo de vez en cuando, y me elevo a cada instante buscando la plenitud de mi vida.
Aprendamos de la naturaleza

Una nueva sensación
Después de un sueño hermoso que tuve hace unos días atrás, mi espíritu se siente luminoso, renovado y vivo como quien dice en otra dimensión. Día a día, me siento acompañado de maestros espirituales que parecieran estar tomándome examen constantemente, es como si quisieran recordarme a cada instante que viva el ahora...en las mañanas cuando voy a mi trabajo cierro los ojos entremedio de la gente y siento el movimiento del bus, la velocidad, el ruido del motor, la música que suena o la conversación entre los pasajeros, y sin cuestionar nada, me veo desde lo alto y entonces me nacen unas ganas enorme de agradecer de estar vivo, y pienso en mi madre, o en mis hijos, o mis hermanos y me lleno de gratitud por todo el amor que recibo y me renuevo cada segundo.
Después del sueño, es como si me ser se hubiese hecho trizas en mil pedazos y hubiese quedado una pequeña figura que de las cenizas se está rearmando, con una capacidad enorme de amar, de querer cultivar con ahínco la paciencia, donde la paz espiritual es el oxigeno de mi nuevo corazón y todo mi ser vibra de un modo armónico como nunca lo había hecho antes, y puedo ver y escuchar cosas maravillosas que de pronto no se expresar. La meditación se me hace necesaria de un modo casi imperioso, y tan pronto cierro los ojos puedo dejar mi mente en blanco, sin esfuerzo, del mismo modo que respiro o tomo un vaso de agua.
Es por eso que siento las ganas de escribir, y contagiarte con mi paz deseando que nazca en tí una nueva armonía, una vibración distinta que te lleve a disfrutar de la vida en plenitud, con el convencimiento de lo que eres por si mismo, que por todo lo que posees o haz conseguido.
Un abrazo cósmico,
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
Joaquin y la vieja maldita
Joaquín no dejaba de lamentarse, una y otra vez, aunque sus amigos trataran de cambiar el tema, volvía con la cantaleta, cómo si la vida s...

-
A la orilla del abismo el padre inquirió - ¿No estás de acuerdo?, pues entonces, tendrá que ser a mi modo y lo empujó. Padre e hijo cayero...
-
He estado en éste último tiempo preguntándome ¿cuánto valgo? si para mi madre soy el tesoro más grande del mundo, para mis hermanos un hombr...
-
¿Hace cuanto que no miras las estrellas?, te das cuenta que todas las noches están ahí, sin pedir nada a cambio, ellas simplemente están y s...