Locura me viene,
se acerca, se marcha;
desgarra mi cuerpo
cega la mirada,
mis manos tiemblan.
Susurra a mi oído
penetra mi alma
le siento venir,
más no es deseada;
por eso le alejo
lucho por mi alma.
Promete volver
jadeante se pierde
consuela la calma,
mis manos tiemblan.
Abrigo esperanzas;
el tiempo ríe, ríe a carcajadas
su risa me daña.
Casi vencido
le escupo a la cara.
En el horizonte
la locura marcha,
y
mis manos calman.
******
se acerca, se marcha;
desgarra mi cuerpo
cega la mirada,
mis manos tiemblan.
Susurra a mi oído
penetra mi alma
le siento venir,
más no es deseada;
por eso le alejo
lucho por mi alma.
Promete volver
jadeante se pierde
consuela la calma,
mis manos tiemblan.
Abrigo esperanzas;
el tiempo ríe, ríe a carcajadas
su risa me daña.
Casi vencido
le escupo a la cara.
En el horizonte
la locura marcha,
y
mis manos calman.
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Esteban!! Sabes que me gustan mucho tus poemas, y este en especial.Se dice que cuando tomas conciencia de que has perdido el control, cuando estas consiente de que tu vida es cuestionar lo establecido convencionalmente, es cuando a uno le entra el miedo a la locura, que esta nos atrape, nos desborde y nos haga perder todo conocimiento del “mundo real”. Personalmente me gusta locura, pero la locura voluntaria que te mantiene lucido, esa que te hace cruzar la frontera de lo palpable para entrar en el plano de lo esencial, pero que luego te devuelve al cotidiano con ese grato saborcito a libertad.
ResponderEliminarOtro abrazo para ti.