Todo comenzó con la pandemia.
¡¡¡Te das cuenta Paul, ellos no
entienden nada!!! exclamó acalorada Devora. ¡¡¡¡No sé dan cuenta de la tremenda
oportunidad que les está dando el Universo!!!! No es justo, nosotros no tuvimos
esa oportunidad. Cálmate Devora, las cosas suceden así, por alguna razón que
aún no entendemos. Llevamos tres años en este sitio transitorio, yo pienso que
debemos hablar con la gente del consejo. Vamos acompáñame -exclamó- mientras
con paso firme se dirigía a la torre azul. Una vez allí, unos de los guardianes
los detuvo ¿qué hacen acá? saben que no esta permitido el ingreso a esta área.
Retírense. Queremos que nos reciba el consejo, ¡¡¡¡necesitamos ser
escuchados!!! profirió airada Devora, mientras Paul, la tomaba de los hombros y
la sacaba del lugar, antes de que recibieran una respuesta. Tienes que aprender
a calmar tus impulsos, es por eso por lo que aún te mantienes acá, y ¿tú? ¿Has
conseguido algo con esa manera tan pacifica de ver las cosas? ¿mírate? sigues
acá conmigo. Lo mío es diferente, ¿diferente? ¿Por qué?, quizás porque mi
actuar imprudente, fue la causa de mi muerte. No entiendo, lo tuyo fue un
accidente. No del todo Devora, ese día era mi primer día de trabajo como
limpiavidrios en altura, le dejé toda la responsabilidad a Joe, en vez de
preocuparme en que la estructura estuviera bien anclada a la azotea, pero no
fue así. Además, en el piso 22, me solté el gancho de seguridad para comer, no
pensé que de pronto se produciría una corriente de aire ascendente y me
botaría. Lo ves, no podrías saberlo, no tenías experiencia y estabas solo. En
mi caso yo tampoco tuve la culpa, el caballo tuvo miedo, antes de llegar a la
valla del salto en la medialuna, se tiró a frenar y lo apuré con un par de
taconeos, logré que intentara superar la valla, pero el impulso fue
insuficiente y sus patas traseras golpearon y se desestabilizó, provocando mi
caída con el fatal desenlace.
Tres días después Devora
encabezaba una reunión donde les explicaba a todos lo que estaba pasando en la
tierra, la gente no es capaz de ver las cosas cómo son, imagínense una familia,
que tiene la oportunidad de estar juntos en días de la semana, ¿saben lo que
hacen? se encierran en sus piezas a jugar o ver videos en su celular, no
conversan, no se hablan, ni siquiera se juntan a comer, piden comida rápida, y
se las llevan a sus dormitorios, cómo si la idea fuera no verse, no tocarse, no
hablarse ¿pueden entenderlo? ¡¡¡Qué daría yo, por tener 5 minutos para estar
con mis padres!!! Abrazarlos, besarlos, quiero decirles que los amo, que nunca
a pesar de que ya no estoy físicamente en su mundo, he dejado de amarlos.
Jugaría con mis hermanos, en fin, tantas cosas, que ya no puedo hacer. A mí, me
gustaría volver a caminar por la playa y sentir la brisa marina, junto a mi perra
Lucy y así todos empezaron a rememorar cosas que quisieran hacer. Entonces, se
escuchó la voz de una mujer negra, que exclamó – eso suena muy bonito, pero
¿Qué sacan con todo esto? Si ya estamos muertos. De eso precisamente quiero
hablar con ustedes, expresó Devora con voz firme. Quiero que le planteemos al
consejo que nos permitan volver nuevamente a la tierra para hacer despertar a
los humanos, que no sigan perdiendo sus vidas en cosas banales, que aprendan a
entender el verdadero sentido de la vida, eso a cambio de que cada ser que
logremos convencer nos regale 5 minutos de sus vidas, y así poder estar con los
nuestros. ¿Se imaginan lo que sería revivir por 5 minutos? La algarabía inundó el espacio, y su
intensidad llegó a la torre Azul.
Cuando los maestros preguntaron
que estaba pasando, fueron informados que dos jóvenes estaban alterando a las
masas para solicitar una reunión con ellos. Al principio la negación a tal
solicitud brotó de inmediato de la boca de estos, pero fue Crisóstomo, el
maestro más veterano, quien pidió mesura y los invitó a reflexionar, creo que
debemos escucharlos. Fue así, cómo Devora y Paul, fueron recibidos en la torre
azul. Devora fue quien tomó la palabra de inmediato y comentó la idea de los 5
minutos. Nuevamente asomó la negación en sus posturas, y nuevamente Crisóstomo,
exclamó- muchachos, pero se imaginan lo que podría pasarles a sus seres
queridos, si de pronto ustedes se les reaparecen de golpe. Entonces, tomó la
palabra Paul, siempre con su serenidad acostumbrada, repuso – en ese aspecto
estimado maestro, pensamos que debemos contar con su ayuda, la idea es que,
para ellos, sea como un sueño vivido que les quedará en sus recuerdos, creemos
que les hará tanto bien a ellos como a nosotros. Al menos me imagino la alegría
que podría sentir mi madre el pensar que me vio, que me pudo tocar, que la pude
besar y decirle cuanto la amo, siento que esos 5 minutos serán una eternidad. Y
¿después de eso? – preguntó otro maestro. No pretenderán la reencarnación
inmediata, saben que ustedes deben respetar los protocolos. Sí, estamos claros
señor, pero al menos, nuestra espera será más llevadera después de vivir
nuestra experiencia. El consejo quedó en pensar y dar una respuesta en 7 días.
Los primeros en volver a la
tierra fueron Devora y Paul, ambos se presentaron en la casa de una pareja que
estaban enfrascados en una pelea sin sentido. Tocaron la puerta y se
presentaron como lo que eran, almas en transición, esperando su turno para la vida
eterna. La pareja guardo silencio, impresionados, atónitos por lo que acababan
de escuchar. Paul después de la presentación de Devora, tomó la palabra y los
invitó a reflexionar, con su voz pausada fue recordándoles por qué habían
decidido estar juntos, les incitó a abrazar a sus pequeños hijos que minutos
antes lloraban por sus gritos y finalmente fue limpiando sus almas contaminadas.
La pareja terminó sollozando abrazados en familia y agradeciendo de corazón las
palabras de Paul. Devora, entonces le solicitó a cambio 5 minutos de vida, a lo
cual accedieron de inmediato. Tomó los brazos de la mujer con ambas manos y
cerrando los ojos comenzó el proceso de recarga, una luz verde afloró de la
piel de la mujer y se metió en el medio del pecho de Devora, lo mismo hizo Paul
con el hombre. Se despidieron con un fuerte abrazo, solicitándoles a la pareja,
trasmitieran este mensaje a todo aquel que pudieran ayudar. Luego los caminos
de Paul y Devora se separaron.
El primero en regresar fue Paul,
todos querían escuchar su experiencia, así que se sentaron a su alrededor. Se
le quebró la voz cuando describió el momento que pudo abrazar a sus padres para
decirles que estaba bien, y darles la paz que tanto necesitaban. Sandra una
joven que había muerto a causa de una bala loca, soltó el llanto y exclamó ¡No
voy a poder! ¡No voy a poder! -repetía una y otra vez. Aquel día, llevaba a su
pequeña al jardín, no tuvo tiempo de reacción, un motociclista disparó al joven
que corría en la dirección que iba ella y su hijita. El proyectil atravesó la
espalda del muchacho que se desplomó en el acto, mientras el trayecto de la
bala fue a dar justo en su corazón. Lo último que tenía en su memoria, era los
gritos de su pequeña y sus ojitos llenos de espanto. Paul, la abrazó y le
susurró al oído - tu podrás Sandra- llegado el momento las palabras saldrán
solas (refiriéndose a lo que le diría a su hijita).
Desde entonces son cientos las
almas que vuelven a la tierra para vivir los 5 minutos más maravillosos de sus
cortas existencias.
Por eso amigo lector, antes de
que llegue un alma en transición a golpear tu puerta, es hora de que
reflexiones sobre la vida que estás llevando, no vaya a ser que después estés
penando por 5 minutos de eternidad.
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