Más allá de la
respuesta que se te venga de inmediato a la mente, el asunto es ¿Qué tan
consciente eres de tu vida? y con esto me refiero a que sin duda la mayoría son
rutinarias, pero esa no es la cuestión. El tema es cómo vives día a día, hora a
hora, minuto a minuto. Con esto quiero decirte, que, a pesar que realices aparentemente
lo mismo, en el fondo depende de ti que sea aburrido o incomparable, ya sea que
cambies el trayecto a tu trabajo, acudas a un restaurante distinto de aquel donde
habitualmente almuerzas, que te juntes con un amigo(a), un hijo(a), vayas al
cine o invites a tomar un café después del trabajo a alguien que hace tiempo no
veías, o simplemente camines, disfrutando de un instante para ti (algo que
pareciera estar en extinción por estos días) Un instante “para uno mismo” puede
ser más que la diferencia de tu día.
Siempre, y
créeme cuando digo siempre, existe la posibilidad de que tu vida sea otra, y de
ti depende que sea una oportunidad maravillosa. Si luego de leer esto piensas
que la tuya es aburrida, entonces date por afortunado, pues estás a tiempo de cambiarla,
pues reconocerlo es el comienzo del camino; y si por el contrario, eres de esas
personas que hace de cada día una experiencia especial, tienes la
responsabilidad de ayudar a otros. No hace falta que prediques, son los hechos
los que mandan, cuando otros vean la sonrisa en tu rostro y la luminosidad en
tus ojos, créeme que se van a preguntar a que se debe, y si eso les hace click,
ya habrás cumplido. Y tú ¿En qué grupo estás?
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