Tropieza mi figura en el atardecer,
rompen las olas de mis miedos
en mi conciencia,
mientras las dudas
golpean mi realidad y me atormentan.
Mar de dudas me embarga,
mientras camino
acompañado de mi nobleza
como único estandarte.
Y es que cada vez
necesito menos
de lo que el mundo
tiene para ofrecerme
y más deseo
lo que no me puede dar.
Hola!! me pase por aqui para saludarte y para disfrutar tambien de una buena lectura.
ResponderEliminarte envio un abrazo grandote.